Despojo!
La ADIF (Administración de Infraestructuras Ferroviarias), pretende cambiar el destino del predio lineal ubicado sobre la calle Venancio Flores y vías del FFCC Sarmiento, entre Nazca y Argerich, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que desde el año 2007 es parque por gestión vecinal, inaugurado por el entonces jefe de Gobierno Sr. Jorge Telerman, donde además está contenida una huerta que fue concedida al Instituto Recreativo Terapéutico Especial (Bogotá 2847 CABA) con fines didácticos de indudable utilidad, para transformar el espacio verde en una galería comercial.
Nada puede justificar, salvo Don dinero, el despojo que constituye quitarle a la sociedad una porción de bienestar. La pérdida del espacio verde, en una zona densamente poblada y ultra comercial como esta, donde la existencia de estos espacios es crucial para la calidad de vida de los residentes, cosa que además vulnera derechos adquiridos de vecinos que viven, trabajan, recrean y transitan por la zona y se benefician de ese pulmón natural, no tiene explicación alguna.
Según normas de la Organización Mundial de la Salud, las ciudades deben tener entre 9 y 11 metros cuadrados de espacio verde por habitante, a lo que se agrega por otros estudios mundiales, que estas deben estar a una distancia de los hogares de no más 300 metros o a 10 minutos caminando, sin embargo, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sólo cuenta con 6,9 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, lo que está por debajo de lo recomendado, especialmente en la zona que nos ocupa, que está agravado por el desmesurado crecimiento comercial, sin infraestructura acorde, con gran contaminación del aire (polyester, smog), como así también contaminación sonora que el Centro Comercial a cielo abierto de Flores/Floresta genera, además del intenso tráfico automotor y del propio ferrocarril Sarmiento.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, había comenzado una puesta en valor de este parque, acción que fue abortada repentinamente y el obrador levantado, sin que supiéramos los motivos de tal situación, hasta que nos encontramos con las novedad que se especifica más arriba.
La eliminación de este parque lineal a orillas del ferrocarril no solo priva a la comunidad de sus beneficios como decimos, sino que también puede tener efectos negativos en la salud de las personas que viven en la zona. De esta manera la eliminación del espacio verde incide negativamente en el control de la polución reduciendo la calidad del aire que respiramos, como también afecta la regulación hídrica en el barrio. El cercenamiento de un área pública, adicionalmente contribuye a la sensación de aislamiento, falta de comunidad y abandono, que a menudo sentimos los habitantes de estas grandes urbes y por supuesto del cambio climático que sufre y perjudica a la ciudad toda.
Por todo lo dicho, solicitamos que tanto la ADIF, como el Gobierno de la CABA consideren cuidadosamente la importancia de acciones que perjudiquen a la comunidad, antes de tomar decisiones que puedan afectarlos. Deberían trabajar en la creación, forestación y mantenimiento de más áreas verdes y libres en la ciudad para garantizar a los residentes, acceso a sus beneficios y respetando las normativas que dicen que los espacios linderos a las vías del ferrocarril no deben ser afectadas con edificaciones por temas de seguridad.
En conclusión, los espacios verdes son vitales para la calidad de vida de los vecinos de la ciudad, la supresión del parque lineal que nos ocupa es una pérdida significativa para la comunidad y nada justifica tremendo desatino, además de atropellar brutalmente derechos humanos.